La reválida de la ESO será un test con 350 preguntas
La reválida de la ESO será un test con 350 preguntas
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Con la ley Wert ya no bastará con aprobar las asignaturas de la ESO y el bachillerato. Los alumnos deberán superar una prueba al final de cada etapa. En primaria, el borrador del decreto prevé una reválida sin efectos académicos. Es decir, todos los alumnos estarán obligados a examinarse, pero esta evaluación no determinará si un estudiante aprueba la primaria y pasa a la ESO, sino que lo harán los profesores como siempre. Sólo será una prueba orientativa para los docentes y los padres. Las comunidades autónomas se encargarán de diseñar estos exámenes y de aplicarlos. Se trata de una de las medidas que Catalunya reclamó en el Senado hace unos meses, antes de la aprobación definitiva de la Lomce, cuando denunció de nuevo «invasión de competencias».
En la ESO y bachillerato la cosa cambia. El Ministerio de Educación diseñará las reválidas de 4.º de secundaria y 2.º de bachillerato y determinará los contenidos y el peso para calcular la nota final de cada estudiante. El borrador del decreto, al que ha tenido acceso este diario, señala que los alumnos de 4.º de ESO se podrán presentar a la reválida con un máximo de dos asignaturas suspendidas siempre que no coincidan lengua castellana y matemáticas. En el caso de Catalunya, lengua catalana tendrá la misma consideración y también deberá aprobarse para realizar la reválida. Las preguntas test se dividirán en tres partes y se medirán los conocimientos en «lengua, matemáticas, ciencias y tecnología, sociales, emprendeduría y la competencia y expresiones culturales». Los alumnos se examinarán de cuatro asignaturas obligatorias y tres optativas, que no podrán ser ni ética ni religión. Además, el borrador del decreto lleva un dardo pensado especialmente para Catalunya: los padres podrán elegir la lengua en la que se examinan sus hijos, castellano o catalán. La nota final de la ESO y que determinará la obtención del título saldrá de la ponderación de la nota del expediente académico y la de la reválida. La del expediente valdrá un 70% y la de la reválida un 30%. Si se superan los cinco puntos, el alumno obtendrá el graduado escolar.
Las reválidas de ESO y bachillerato llegarán el curso 2016- 2017, pero servirán sólo como prueba piloto y no determinarán si los estudiantes consiguen el título. En el curso siguiente, 2017- 2018, ya estarán a pleno rendimiento y entonces sí deberán superarse para aprobar estas dos etapas educativas. La selectividad, además, desaparecerá. Cada universidad establecerá pruebas de acceso propias, aunque en Catalunya las universidades y el Govern han pactado establecer algún tipo de examen similar al de la selectividad. Así ordenarán la entrada a las facultades de una forma parecida a la actual. El decreto también prevé que los alumnos que suspendan las reválidas tengan la opción de repetir la prueba en convocatorias posteriores.